Editorial (30/09/09): En blanco y negro

Comenzó la estación de la nostalgia, el tiempo para los ocasos en adagio. Arrancó el otoño. El aire parece detenerse, la luz se atenúa y las respiraciones jadeantes del verano se convierten en boleros arrastrados por las calles. El otoño es el tiempo para la soledad, el sosiego y la mirada hacia dentro. La estación sin grandes fiestas, sin grandes espectáculos, el remanso de la vorágine estival.