LORCA/ El segundo temblor en solo tres días sacude de nuevo al municipio


El seísmo, de 3,3 grados en la escala de Richter, sobresaltó a los vecinos de las pedanías altas, pero no causó daños 

08.04.13 - 00:54 - 

Los vecinos de Lorca no ganan para sobresaltos, aunque hasta el momento no hayan pasado de ahí. Apenas tres días después de que los vecinos de Lorca y Aledo se despertaran sobresaltados por un seísmo de 3,7 grados que duró ocho segundos el pasado jueves, la tierra volvió a temblar ayer.
El concejal de Emergencias del Ayuntamiento de Lorca, Eduardo Sánchez, informó ayer de que un seísmo de 3,3 grados en la escala de Richter, calculado por el Instituto Geológico Nacional a 11 kilómetros de profundidad, se sintió en el término municipal de Lorca y su entorno sobre las 7.45 horas.

El terremoto no ocasionó daños personales ni materiales, pero si sobresaltó a los vecinos de la zona, quienes el pasado jueves ya sintieron otro temblor de mayor intensidad. Ese primer seísmo fue sentido especialmente en Aledo, aunque el epicentro se localizó entre La Paca y Zarzilla de Ramos, y fue sentido en buena parte de la Región e incluso en las poblaciones almerienses de María, Vélez Rubio y Vélez Blanco (con una magnitud 2). Pero donde mayor recorrido tuvo fue hacia el interior, el noroeste, y también hacia el litoral murciano, con una magnitud 3 en Aledo, Totana, Campos del Río, Bullas y Alhama de Murcia, para bajar a 2 en la escala de Richter al llegar a Mula, Molina de Segura, Archena, Calasparra y Cartagena.
No es de extrañar que los vecinos de las pedanías altas de Lorca, en Zarcilla de Ramos y La Paca se lanzasen asustados a la calle. Todos recuerdan aún el terromoto del 11 de mayo de 2011, que se cobró la vida de nueve personas y dejó más de 300 heridos. Tampoco han podido olvidar el seísmo que ya afectó de lleno a Zarcilla y La Paca en enero de 2005, y que causó cuantiosos daños en unas 1.200 viviendas, que no pudieron soportar los 4,7 grados de intensidad de aquel movimiento sísmico.
Con esos antecedentes, la madrugada del pasado jueves se convirtió en una pesadilla para muchos vecinos. El temblor de ayer fue menos sentido, pero aún así sobresaltó a los vecinos. Como ya ocurrió el jueves, no hubo que lamentar daños personales ni materiales, y las edificaciones que presentaban un estado más delicado, en principio, no registraban incidencias reseñables. Tampoco hubo que suspender la actividad en los centros educativos. El origen de los temblores estuvo en varias fallas que discurren de forma paralela a la de Alhama de Murcia, según los datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN).
Tras el seísmo de ayer, el Ayuntamiento realizó otra batida de inspección por las pedanías altas del municipio, y trasladó a los vecinos unas recomendaciones básicas para protegerse de los terremotos. En primer lugar, hay que tener preparados un botiquín de primeros auxilios, linternas, radio a pilas y algunas provisiones en un lugar conocido por todos; hay que prever un plan de actuación en caso de emergencia y asegurar el reagrupamiento de la familia en un lugar seguro.
Del mismo modo, se debe confeccionar un directorio telefónico para, en caso de necesidad, poder llamar a los servicios de emergencias, bomberos, asistencia sanitaria o Policía; no colocar objetos pesados encima de muebles altos; fijar bien a las paredes muebles como armarios y estanterías; o revisar la estructura de la vivienda, sobre todo, asegurando que chimeneas, aleros, revestimientos o balcones tengan una buena fijación a los elementos estructurales. Durante el seísmo se debe guardar la calma y recordar que si está dentro de un edificio debe quedarse dentro; si está fuera, permanezca fuera, ya que el entrar o salir de los edificios solo puede causarle accidentes. Dentro de un edificio busque estructuras fuertes, bajo una mesa o cama, bajo el dintel de una puerta, junto a un pilar, pared maestra o en un rincón y proteja su cabeza; no utilice el ascensor y nunca huya precipitadamente hacia la salida; apague todo fuego. Fuera de un edificio, aléjese de cables eléctricos, cornisas, cristales y pretiles y no se acerque ni entre en los edificios para evitar ser alcanzado por la caída de objetos peligrosos (cristales, cornisas).